Estoy por completo de acuerdo con lo que sostenés acá, Heber. Creo que, en los últimos tiempos, debido al mayor acceso a la publicación, parece haberse degradado el significado del término escritor. Se le llama escritor a cualquiera y creo que, muchos, no merecen ese título.
Gran culpa, en parte, la tienen también las grandes editoriales que publican a cualquiera con tal de que sea rentable independientemente de la calidad de la obra. Muchas obras, incluso aquellas publicadas por editorial, parecen no pasar ningún filtro de calidad. Es una triste realidad. Y es un sistema bastante cerrado que no le da posibilidad a nuevas voces, que tienen mucha mejor calidad, porque no tienen seguidores, no son conocidos y viven en el anonimato.
Con esto me recordaste algo cursi, pero que se me olvidaba disfrutar: el viento en el frío. Para mí eso es ser escritor, dejarme llevar y no pensar en absolutamente en nada más que escribir. No sé si sea un profesional, pero agradezco a este noble arte por no matarme, por darme una y otra vez la oportunidad de expresar mi complejidad con tanta libertad.
En hora buena, es muy satisfactorio leerte y sentir que en este mundo mercantil hay mucho espacio para cuestiones del alma...
¡Eso es! Escribir es un refugio, una necesidad intrínseca del escritor. Y no hay nada más satisfactorio que disfrutar de este arte como lo que es: una extensión de nuestra libertad. Muchas gracias a ti por tomarte el tiempo para leer y comentar. Creo que siempre, a pesar de todo, se puede rescatar algo en este mundo tan caótico y, mientras se pueda, aquí estaré para aportar con mi granito de arena. ¡Un abrazo!
Estoy por completo de acuerdo con lo que sostenés acá, Heber. Creo que, en los últimos tiempos, debido al mayor acceso a la publicación, parece haberse degradado el significado del término escritor. Se le llama escritor a cualquiera y creo que, muchos, no merecen ese título.
Gran culpa, en parte, la tienen también las grandes editoriales que publican a cualquiera con tal de que sea rentable independientemente de la calidad de la obra. Muchas obras, incluso aquellas publicadas por editorial, parecen no pasar ningún filtro de calidad. Es una triste realidad. Y es un sistema bastante cerrado que no le da posibilidad a nuevas voces, que tienen mucha mejor calidad, porque no tienen seguidores, no son conocidos y viven en el anonimato.
Un saludo.
Por desgracia, es así... Muchísimas gracias por complementar, Daniela. Qué gusto leerte.
Con esto me recordaste algo cursi, pero que se me olvidaba disfrutar: el viento en el frío. Para mí eso es ser escritor, dejarme llevar y no pensar en absolutamente en nada más que escribir. No sé si sea un profesional, pero agradezco a este noble arte por no matarme, por darme una y otra vez la oportunidad de expresar mi complejidad con tanta libertad.
En hora buena, es muy satisfactorio leerte y sentir que en este mundo mercantil hay mucho espacio para cuestiones del alma...
¡Eso es! Escribir es un refugio, una necesidad intrínseca del escritor. Y no hay nada más satisfactorio que disfrutar de este arte como lo que es: una extensión de nuestra libertad. Muchas gracias a ti por tomarte el tiempo para leer y comentar. Creo que siempre, a pesar de todo, se puede rescatar algo en este mundo tan caótico y, mientras se pueda, aquí estaré para aportar con mi granito de arena. ¡Un abrazo!