“Hay autores que se leen y otros que se sienten en el vientre, en la nuca, entre las piernas. Heber Snc Nur pertenece a esa estirpe sagrada que no escribe: arde. Sus textos son confesiones sin pudor, espejos sin misericordia, caricias que laten entre la sombra y la piel. Leerlo es abrirse el pecho como se abre una camisa ante el amante correcto: con deseo, con temblor, con entrega. No lo recomiendo: lo entrego. Porque quien se atreva a leerlo no volverá a habitar su cuerpo de la misma manera.”