Desde el año 2023 vengo compartiendo en este espacio todos mis textos inéditos, y creo que ha llegado hora de hacer una relectura de aquellos textos que, en su momento, fueron los primeros protagonistas de Soledad urbana.
Aquí te dejo a los cinco más leídos desde que abrí el blog:
1
El primer texto que compartí fue una carta a mi querida Nadie, por entonces todavía vigente. Bajo el título de «Un nuevo tropiezo», reflexionaba acerca de lo difícil que resulta ahora entablar conexiones profundas y vínculos sentimentales.
Fragmento:
Es una moda extendida y algo inconsciente el hecho de no admitir responsabilidades o compromisos, siempre por miedo, siempre poniendo como excusa un pasado al que somos incapaces de renunciar por completo. Me incomoda que se haya normalizado el estar con alguien sin quererlo del todo. Que la gente ya no se entregue, que se encasille en prejuicios, que piense que es sano guardarse las palabras, evitar mostrar los sentimientos a flor de piel, unirse por ciertas conveniencias que nada tienen que ver con el «para siempre». Todos se encasillan en este juego absurdo de ver quién habla primero, ese juego en el que pierde aquel que demuestra, aquel que ama, aquel que está al pendiente, aquel que pone atención, aquel que se muestra vulnerable. Pierde aquel que abraza su humanidad. Quiero pensar que es culpa de las heridas que cargan —que cargamos—: en lugar de multiplicar el amor, han crecido el miedo y la desconfianza. Nadie abraza sin estar a la defensiva, nadie se esfuerza porque, a fin de cuentas, «nada es para siempre». Nadie admite que en el fondo necesita volver a creer, volver a ilusionarse, olvidar ciertos traumas y recuperar esa fe en todo lo bueno que todavía existe en el mundo.
2
Un breve relato erótico en primera persona. Se supone que debía tener una continuación, pero han pasado ya prácticamente dos años y no me he atrevido a continuarlo. Creo que me invade el temor de arruinar la expectativa. A veces, el encanto radica en el misterio de no saber qué sigue después. No descarto escribir una segunda parte, pero ya está más que seguro que pronto no será.
Fragmento:
Despierto de aquel ensueño, que transcurrió en una ráfaga de segundos, y ahí estás nuevamente o, mejor dicho, ahí sigues, moviéndote con parsimonia, acercándote, alejándote, enamorando a la luz y las sombras: una mujer convertida en marea. No has advertido que ya te he desnudado en mi mente, no has advertido que te observo sin decir nada, mientras pienso en cómo una mujer puede no ser sólo una mujer… cómo una mujer puede ser también un sueño cumplido, un anhelo etéreo que corona los deseos más profundos… cómo una mujer puede convertirse en sensaciones, en música, en esa esencia casi celestial que impulsa a los artistas a reparar el mundo a martillazos.
3
Este texto lo tenía escrito desde el año 2022, si mal no recuerdo. Reflexiono sobre el miedo que tenía de conocer a más personas para luego ver cómo se van, porque no aceptaba la idea de que todo fuera temporal. Desde luego, es un miedo que ya he superado, pero en su momento sí me causó muchos conflictos internos.
Fragmento:
No soporto que la gente se vaya. Quizá por eso también mi reticencia a aceptar nuevas personas en mi vida haya ido en aumento en los últimos años. La idea de que alguien viene a aportarle luz a tu mundo y luego se lleva el resplandor me exaspera y me induce a un estado de permanente alerta. Quizá es que estoy tan acostumbrado a las despedidas que sólo veo adioses en cada saludo que recibo y, en lugar de asumir una nueva pérdida, lo que hago es evitar los nuevos comienzos: no puede terminar aquello que jamás tuvo un inicio.
4
Este texto es especial. Lo escribí para la chica de la que estaba enamorado en ese entonces, y de la que, como siempre, me obligué a desenamorarme luego. Si algo bueno tienen las musas es que dejan tras de sí textos que, además de hacerlas inolvidables, se convierten en testimonio de todas las cosas hermosas que inspiraron.
Fragmento:
Si ella me hubiese querido, si se hubiese quedado, si me hubiese dado la oportunidad de demostrar que soy un hombre con algo más que palabras para entregar, le habría hecho creer en las historias sempiternas, me habría encargado de convencerla de que hay universos que caben en una mirada, que no toda la poesía está escrita, que hay que descubrirla en los momentos más simples, en los detalles aparentemente superfluos, que estamos hechos de algo más que partículas, que somos también forjadores de recuerdos, instantes que suceden y se pierden para siempre.
5
¿Cuánto puede llegar a extrañar un poeta? En este texto intento dar una respuesta, si no certera, al menos sincera.
Fragmento:
Su ausencia reina en esta realidad sin ella, su sola existencia todavía templa las cuerdas de mi ánimo. Es encantador ese poder suyo, pero al mismo tiempo me asusta: no hay nada que me haga sentir tan vulnerable como el saber que mis sensaciones no me pertenecen, en el sentido de que no puedo controlarlas, sino que se despiertan de pronto por ella, a cualquier hora, en cualquier circunstancia. Basta una chispa para encender el combustible: el ritmo embriagador de una canción, o un simple suspiro. Ella aparece y lo abarca todo, incluyéndome, porque al mirarme al espejo me siento como una extensión de lo que dejó su ausencia: todo lo que soy es un efecto colateral de haberla querido.
Te invito a echarles un vistazo si aún no los has leído, o releerlos si ya los conoces. Nunca está de más disfrutar de un buen rato de lectura. Si no te es mucha molestia, te agradeceré que me des a conocer tus impresiones mediante comentarios en las publicaciones que leas. Siempre estoy atento para responderlos y compartir ideas.
Substack se ha convertido en mi espacio predilecto para compartir lo que escribo. Lejos del ruido de las redes sociales, aquí puedo explayarme con libertad compartiendo con personas que, como tú, aman mi trabajo.
Por ello, he dejado programados nuevos textos inéditos para los próximos domingos. Así que nos leemos pronto.
¡Que estés muy bien!
Posdata: ¿Me acompañas uniéndote al chat? Hablemos por ahí.
Con mucha razón son los más leídos.
Maravillosos tus textos🤗