Hace tiempo que vengo preguntándome a qué saben tus besos, si tus abrazos son tan abrigadores como me los imagino. Te veo la sonrisa en fotos y sospecho que quizá sólo necesito tenerla cerca para poder morir tranquilo. Los días, extrañamente, han adquirido esa aura triste, gélida; cada vez que pienso en ti las tardes se vuelven presagios de soledad, tormentas de pensamientos.
Te imagino aferrada a mi cuello, con esa sonrisa tierna que dibuja comisuras perfectas a los extremos de tus labios. Imagino una tarde cualquiera, los dos caminando por calles estrechas mientras el mundo se desvanece y sólo quedamos nosotros. También llego a imaginarnos dentro de una canción que habla de lo bonito que sería sentirnos menos solos. Otras veces se me ocurre pensar que si me escondo en tu mirada ya nadie podría hacerme daño. Me imagino dejando atrás mi vida, mis errores, mis estúpidas decisiones, para ir al encuentro de aquel paraíso que promete tu cuerpo de terciopelo, llevarte de la mano y olvidarnos del resto, besarte bajo cielos de lluvia y evaporar la tristeza del mundo.
Contigo todo sería perfecto. La oscuridad se convertiría en ese recuerdo que se desvanece con el tiempo, la soledad sólo una cicatriz borrosa llena de historias. Contigo mi miedo a las promesas se desvanecería, mis sueños cobrarían sentido al tiempo que vas embelleciendo mi vida y adornando mis cicatrices.
Porque he llegado a quererte de todas las formas posibles, aunque te pese. Te quiero para conquistar el mundo y mejorarlo a base de inviernos bonitos y paisajes con vistas al infinito. Es que hace tiempo vengo preguntándome a qué saben tus labios, porque contigo todo me parece posible. Todo sería perfecto.
¡Gracias por leer!
Este texto pertenece a mi libro «La Distancia de mis Amores». Si te gustaría echarle un vistazo, te dejo el botón con el enlace a Amazon. Me honraría que le dieras el privilegio de ocupar un espacio en tu biblioteca personal.
El próximo martes compartiré otro texto de otro de mis libros. Cuéntame, ¿qué te ha parecido este? Te leo en comentarios.
¡Saludos!