La concurrencia ascendía con lentitud el camino empinado que dirigía a las puertas del camposanto, que ahora lucía más siniestro que nunca. En lo alto, un cúmulo de nubes grises se había arremolinado sobre sí mismo, dibujando una rosa que extendía sus raíces en la cúpula del cielo. Franquearon la verja y accedieron al cementerio entre sollozos. Los paso…
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