Querido amigo:
¿Qué queda cuando alguien se va? Queda la nada del todo. No intento sonar paradógico, pero si te pones a pensarlo, tiene sentido: cuando esa persona estaba, había un todo que conocías como parte de tu mundo, y en cuanto se marcha, ese todo se convierte en nada, en el sentido de que aparece la imposibilidad de cumplir los planes, los sueños, el futuro. Pero sigue existiendo en tu memoria. Cuánta razón tenía Sabina cuando dijo que «no hay nostalgia peor que añorar lo que nunca, jamás, sucedió».
Y claro que no hablo sólo de los amores que se fueron. También hablo de los amigos, los familiares, esas personas que apreciabas pero que, por alguna u otra razón, ya no forman parte de tu vida: porque simplemente decidieron alejarse, porque es más sano tenerlos fuera de tu vida, o porque sencillamente nada los ha vuelto a unir. A veces no hay odio o rencor, a veces las cosas sólo suceden y no hay espacio ni siquiera para el adiós. Así que la ruptura es inevitable y, por consiguiente, la distancia.
Pero de ellos siempre queda algo. Un día vas a un parque y te acuerdas de aquella vez que, entre risas, jugabas con ese alguien ahí. Otro día vas de viaje y, aunque no te dirijas al encuentro de esa persona, a lo mejor la recuerdas por el simple hecho de que también le gustaba viajar. Son detalles, y creo que esa es la magia de los detalles de cada vivencia: que son como una chispa, pues basta un mínimo roce con el combustible de los recuerdos para encender la nostalgia. Y es inevitable añorar no sólo lo que fue, sino lo que pudo haber sido. Hay cicatrices que tienen nombre de personas.
Supongo que vivir es eso también. Que se trata de un viaje de recuerdos. Nuevas personas tarde o temprano se suben al vagón de tu vida, te acompañan durante un tiempo, y luego se van. No se van para herirte; hay quienes sólo son compañía momentánea, y está bien. Tú tampoco te quedas en la vida de otra persona para siempre. ¿Has pensado en eso? También formas parte de una retahíla de recuerdos que alguien, en cualquier parte, se dedica a añorar en silencio.
Con cariño:
Ya puedes apoyar mi arte
Si te gusta mi trabajo y está en tus posibilidades apoyarme monetariamente, ahora puedes hacerlo suscribiéndote a mi página de Patreon. Échale un vistazo para que sepas lo que te espera en cuanto te unas. Tienes siete días gratis sin compromiso:
¡Gracias de antemano!